El presidente de Bolivia, Luis Arce, acompañado de su plana mayor, líderes de la oposición y otros representantes de las instituciones han cerrado filas en torno al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para garantizar la celebraciones de las elecciones del 17 de agosto, mientras continúan las protestas y bloqueos de los seguidores del expresidente Evo Morales, que han dejado cinco muertos.